02 enero 2007

El fondo del vasito del helado...

Copas de Helado Vacias


Si hay algo que puedo disfrutar en cualquier estación del año, con cualquier clima y en cualquier estado de salud es una deliciosa copa de helado de chocolate.

Cuando la recibes, la observas, la hueles y no esperas un momento mas para hundirle la cuchara y sacar un gran bocado que sabes que disfrutaras por que conoces cada una de las partículas que conforman ese sabor que te harán encender los mas profundos sentimientos y pasiones.

Conforme dejas vacía esa copa te das cuenta de que en algún momento se va a terminar y que tendrás que ver la manera de hacer que lo poco que queda sea disfrutado al máximo.

Al terminar, solo te queda mirarla y recordar lo delicioso de su contenido y lo mucho que te gustaría servirte otra, aunque te hayan dolido los dientes por lo frío que esta, o quiza tengas una pequeña caries que molesta cuando paseas el frío elixir por el interior de tu boca, o quiza ya eres diabético y sabes que no puedes hacerlo mas.

Mi comparación entre un año y una copa de helado, resulta ser sumamente romantica y un tanto extraña. Pero... ¡ah que rico es comer helado!, ¿no creen?

Un año mas se acumula en esta historia y empieza a llenarse de mas pretextos para segregar toda la bola de cosas que mi cuerpo expulsa, consciente o inconscientemente.

Como todo buen ser humano perteneciente a esta misera y decadente sociedad, me uno a la moción de hacer un recuento de todo lo que paso durante el año que quedo atras:

  • Despues de dedicar mi vida durante casi 6 años a esos pequeños seres inexplicables denominados "niños", deje esa bonita ocupación para enfocar mis esfuerzos a la escuela. Regrese a la universidad y estamos haciendo todo lo posible para obtener un decoroso titulo en Informática Administrativa el cual espero que en algún momento de mi vida sirva para algo mas que para farolearlo y presumirlo.

  • Reencontre y reivindique viejas y queridas amistades, con quienes ahora comparto y disfruto al maximo todo lo que me ofrecen a cambio del cariño y confianza que no tengo ganas de dejar de dar. Al mismo tiempo, encontré y reforzé nuevas amistades, dando con ellas en donde menos esperaba; gente que espero funja como apoyo y soporte en mi vida durante todo lo que resta de ella. Quiza perdi algunas, unas me dolieron mas que otras... Agradezco tambien que algunas hayan quedado atras.

  • Dio final una de las mas hermosas etapas de mi vida, un ciclo que al principio no quise cerrar (y que aun no esta cerrado del todo) pero que creo que tenia que terminar. Quizá uno de los tragos mas amargos y dolorosos de la misma, pero que sin él no podría valorar todo lo que sucedió mientras transcurrieron casi 2 años y medio de cosas chidas y no tan chidas (mas de las primeras) y así mismo, darme la fuerza suficiente para poder continuar con ella. Lastima que la capacidad de entendimiento tarde en llegar y sea tan diferente para cada uno de los seres humanos que habitan este planeta. Donde quiera que estes: ¡Buena Vibra Para Ti Por Siempre!

  • En mi casa las cosas transcurren con calma y tranquilidad. Mi familia se encuentra reponiéndose de un par de feos sustos (uno de ellos mas alarmante) pero que afortunadamente se han solucionado gracias a la maravillosa medicina moderna y las ganas de vivir que caracterizan a mis queridos padres. A pesar de que sigue habiendo discusiones y diferencias de ideas muy radicales (como siempre ha habido), todo seguirá bien durante este año.
Y asi podria seguir poniendo toda la sarta de tarugadas que se sucitaron durante el 2006, pero creo que no tiene caso. Asi como tampoco tiene caso ponerme a hacer una lista de propósitos a seguir para el año que se avecina.

Lo importante es que he de aprender de todos y cada uno de los acontecimientos que pasen frente a mi para poder hacerme de un presente mas pleno y que pueda seguir dando lo mejor de mi... Primero para mi, después para todos los que me rodean y por ultimo para el que quiera recibirlo.

Un año mas de endorfinas, ¿como ven?

¡Pinche 2007, nada mas que no vengas echado a perder y sin garantía, por que te regreso por donde llegaste!

Y así, después de externar todo esto, la señorita del mostrador me da una vez mas una copa llena de helado de chocolate. La cuchara esta en mi mano y se dirige estrepitosamente hacia él. (Tengo que asegurarme de saborearlo con el paladar y no con los dientes).